miércoles, 14 de enero de 2015

20/12/2014 Lo que hiciste de mi

Un pequeño texto, no sé si llamarlo poema, que hice el 20 de diciembre del 2014 a la una de la mañana con siete minutos, un producto de mi insomnio y de mi amor ciego e incondicional que decidieron juntarse una madrugada para explorar la parte nostálgica y dolorosa de lo que significa amarlo, amarte: 

Te veo, sonrío y pienso, pienso y entristezco, sólo para volver a verte y entrar en un circulo, en un infinito lugar de sentimientos que se encuentran una y otra vez y que no me permiten hacerte algo más que un torbellino de mis ideas, de mi imaginación. 


Te idealizo, te conozco, te quiero lejos y cerca, a la distancia suficiente de apreciación sin mentiras ni sueños, deseo nuestro camino sin promesas que se dicen al vacío, que rebotan y rebotan en mi mente, que hacen eco, que se vuelven fantasmas.

Te necesito, te anhelo en la parte de mi que no existe y la parte de ti que jamás ha estado, un extraño que me sigue y sigue con palabras endulzadas compuestas a propuestas de tener una vida, juntos. 

Te utilizo, te manipulo, en físico y en mi mente, entre murmullos, paredes que dividen nuestro pasado, presente y futuro por miedo de soledad, de perderme, de perderte.

Te desvanezco, me despido, el amor que era nunca fue, las ilusiones saturaron mi realidad. Te perdono, me disculpo, por el tiempo paralizado. Te suplico, una pasión verdadera, no a mi, pero sino al espectro que seguirá de mi, que hiciste de mi.

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